La homofobia lleva uniforme policial


Jorge González Durand
jgedurand@gmail.com

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22 de marzo de 2009

Yéssica y Ronny fueron abordados por la autoridad en el Terminal de Oriente mientras se preparaban para subir al autobús que los llevaría a Maturín a disfrutar los carnavales con su familia.

Una agente de la Policía Metropolitana (PM) los llevó a una patrulla. Allí un sargento los recibió con el siguiente saludo: "¿Qué te pasa? ¿Te crees la reina del terminal? ¿Quieres que barra todo el piso contigo? Mira que está bien sucio", dijo el hombre a Yéssica, quien nació de sexo masculino, lleva vida de mujer y en términos formales es una transgénero. Ella ya está habituada a ser blanco de estos ataques por parte de funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado.

Le abrieron el bolso, botaron todas sus cosas al piso y por un momento el sargento intentó golpearla, mientras los otros PM observaban sin intervenir.

Yéssica se cubrió. Estaba llorando. "Yo también soy un ser humano, no me pueden tratar así". No se sabe si fue el clamor de la víctima o la advertencia de un activista de derechos humanos de la Ong Venezuela Diversa quien al ver el ataque le dijo que lo denunciaría, lo que persuadió al funcionario quien no cumplió su amenaza de arrastrar a Yéssica.

Así luego de un rato ella junto a su amigo Ronny -quien es gayse marcharon del terminal en medio del nerviosismo y de la impotencia.

Regla o excepción. El incidente anterior no es aislado. El segundo informe (2008) "Homofobia, violencia e impunidad contra la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBT) en Venezuela" basado en una encuesta con personas de este colectivo halló que 50% de los entrevistados ha tenido experiencias negativas con algún cuerpo de seguridad del Estado.

Hay reportes de agresiones físicas por parte de la Policía del municipio Sotillo, Anz, así como asesinatos de transexuales en Maracaibo y Valencia.

El coordinador general de la investigación fue Edgar Carrasco, Oficial de país para Venezuela del Programa Conjunto de Naciones Unidas para el Sida (Onusida).

"Nos enfocamos en el tema de violencia e impunidad vinculado al colectivo LGBT en el país -comenta Carrasco-. En el 2003 realizamos el primer informe con la antropóloga estadounidense Marcia Ochoa de la Universidad de Santa Cruz en California".

Este trabajo arrojó ocho recomendaciones, entre las que se mencionan: la necesidad de dictar talleres de sensibilización a los cuerpos de seguridad, Defensoría del Pueblo, Poder Judicial y Ministerio Público; establecer proyectos de monitoreo de violaciones a los derechos humanos de la comunidad LGBT y diseñar programas de rehabilitación de víctimas y sus familiares por abusos y atropellos policiales.

Cinco años después, la mayoría de esas recomendaciones no se han puesto en práctica. Por ello, en el 2008 Accsi desarrolló un segundo proyecto de investigación para evaluar los avances en este lustro y actualizar los datos en materia de violencia e impunidad que sirviera de base al "Anteproyecto de ley de protección contra la discriminación arbitraria por razón de la orientación sexual, identidad o expresión de género".

Los dos informes sobre homofobia, violencia e impunidad contra la comunidad LGBT y el Anteproyecto de ley se pueden bajar de la página de Accsi (www.accsi.org.ve).

Transfobia en las policías. Giannina Cadenas, conductora de La Brújula Sexual en Ávila Tv, ha tenido experiencias negativas con la PM, vinculadas a su identidad de género. "En varias oportunidades me han detenido en las alcabalas, veo mucho el martilleo del policía simplemente porque eres transexual. Me ha pasado muchas veces con la PM, en especial, para las fechas de quincena que ellos están ahí muy expectantes. Es terrible que desde la comunidad LGBT vivamos esto por parte de los cuerpos policiales que en lugar de protegernos, nos maltratan, denigran y discriminan".

"Nunca he denunciado. Si pongo una denuncia porque me han quitado dinero, a pesar de que tengo todos los papeles de mi carro en regla, lo que pueden hacer es burlarse de mí y denigrarme más de lo que el policía en la alcabala lo hizo", dijo Cadenas.

Carrasco considera que persisten conductas homo, lesbo y transfóbicas dentro de los cuerpos de seguridad como lo expresa claramente el Informe de la Comisión Nacional de la Reforma Policial (Conarepol) "Una propuesta para el diálogo y el consenso" (2007) del Ministerio de Interior y Justicia.

El documento concluye que dentro de los cuerpos policiales existen tendencias a discriminar y a excluir a las personas por su orientación sexual o identidad de género. Igualmente, este informe señala que en cuanto al uso de la fuerza, la policía "comete abusos físicos y actos de violencia sexual contra las personas LGBT.

Esta violencia no es solo física sino verbal, y se manifiesta de forma sutil, a través de comentarios discriminatorios hacia esta población. Además afirmaron que es común que los funcionarios ejerzan violencia sexual contra las personas [LGBT] que están bajo custodia policial".

Sobre la corrupción policial, el documento expresa: "La corrupción se manifiesta, por ejemplo, a través del pago que los locales de población LGBT hacen a la policía para que no perturben sus actividades nocturnas".

También las organizaciones sexodiversas han recibido denuncias de casos de desapariciones y ejecuciones extrajudiciales por parte de funcionarios en Caracas, Anzoátegui, Zulia y Carabobo.

Rummie Quintero, de Divas de Venezuela, recuerda que el año pasado una transexual fue grabada por un grupo de Polisotillo mientras la obligaban a desvestirse y la humillaban. "Intentamos conocer el paradero de la víctima, pero no supimos más nada de ella".

"Está el caso de Dayana, una persona trans de Caracas, asesinada en el 2004 en Valencia presuntamente por un policía del área metropolitana -declara Quintero-, ella salió huyendo de acá. No supimos si ese asesinato fue esclarecido".

Cuerpos policiales libres de homofobia
A pesar de que las cifras no son alentadoras, se percibe una leve mejoría con relación al primer informe "Homofobia, violencia e impunidad contra la comunidad LGBT en Venezuela" del 2003.

La Policía Metropolitana, por ejemplo, hace cinco años aparecía señalada en el 85% de los casos de agresiones y maltratos hacia gays, lesbianas y transgéneros. En el informe de 2008 esta cifra desciende a 61%, es decir, cada vez menos funcionarios de la PM están involucrados en abusos contra la población sexodiversa.

Por otra parte, en el 2003 la relación entre los cuerpos policiales y la comunidad LGBT fue calificaba con 0.9 en promedio, en una escala de 0 (muy negativa) a 5 (muy positiva). Cinco años después esta puntuación subió a 1.53, evidenciando un pequeño incrmento.

Este avance es producto de la voluntad de las autoridades de varias policías en el país que han comenzado a formar a sus funcionarios en materia de derechos humanos. La PM desde el 2005 está trabajando en conjunto con José Ramón Merentes de Unión Afirmativa, para dictar charlas sobre diversidad sexual a sus integrantes.

Otro hecho relevante fue el fallo del Tribunal Supremo de Justicia de febrero de 2008, que prohíbe de manera expresa la discriminación por orientación sexual e identidad de género.

Las organizaciones LGBT han hecho un esfuerzo por difundir los alcances de esta sentencia a través de foros y charlas, pero todavía hay servidores públicos que no conocen el fallo del TSJ y persisten en sus actitudes homo, lesbo y transfóbicas.

Ana Margarita Rojas, de la Fundación Reflejos de Venezuela, considera que se deben formar a los entes policiales en derechos humanos de manera integral, no sólo sobre el colectivo LGBT.

"Eso también implica la educación del homosexual, la lesbiana y las personas trans sobre el ejercicio de sus derechos. Creo que la gran barrera ahora es el miedo a no ejercer el derecho porque asumen que van a ser agredidos y que la denuncia no va a llegar más allá".

Accsi, Ases de Venezuela, Fundación Reflejos, Amigos por la Vida, Alianza Lambda, Diverlex, Contranatura, Tendencias, Unión Afirmativa, Diversidades en Acción, Colectivo de Lesbianas Feministas Josefa Camejo, Tertulias de la Diversidad Sexual de Caracas, Venezuela Diversa, la Guía En Ambiente, Acción Solidaria, Grupo DSx de la USB, Divas, Versátil, Transvenus, Amhai, Azul Positivo de Maracaibo, Orgullo LGBT, Sociedad Will-Wilde de Mérida, entre otros, continúan trabajando para que cualquier fobia contra la diversidad sexual sea erradicada de las instituciones públicas. El camino es largo, pero se está avanzando en esa meta.


El ABC de la diversidad sexual
Gay hombre que gusta de otro hombre.
Lesbiana mujer atraída por otra mujer.
Bisexual alguien que siente atracción por hombres y mujeres a la vez.
Transexual persona que no se identifica con el sexo biológico de nacimiento. Un hombre que antes era mujer o una mujer que antes era hombre. No es igual a ser gay o lesbiana.
Homofobia, transfobia, lesbofobia es el rechazo o miedo extremo hacia los gays, lesbianas, y transexuales. De acuerdo a la Asociación Americana de Psiquiatría, estas fobias constituyen un tipo de enfermedad.
Orientación sexual responde a la pregunta ¿qué me gusta? ya sea personas del mismo sexo (gays o lesbianas), del sexo opuesto (heterosexuales) o de ambos (bisexuales).

Identidad de género responde a la pregunta ¿cómo me percibo a mí mismo? Si el sexo biológico no corresponde con la imagen que la persona tiene sobre sí misma, se habla de transexualidad o transgenerismo.

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Cifras
50% de los encuestados
ha tenido experiencias negativas con cuerpos policiales como agresión verbal (36%), matraqueo (20%), agresión física (12%) privación de libertad (11%).

61% de las agresiones
en Caracas la encabezó la Policía Metropolitana, seguida de las policías municipales (28%) y la Guardia Nacional (8%).

8 ONG's
participaron en este proyecto: Accsi, Grupo DSx USB, Tertulias DSx, Diverlex, Unaf, Amavida Zulia, Sociedad Wills Wilde y Venezuela Diversa.

742 personas
fueron encuestadas en Caracas, Mérida y Maracaibo, con la finalidad de evaluar los avances en materia de homofobia, violencia e impunidad contra la comunidad LGBT.

9 de cada 10 individuos
No denuncia por miedo, vergüenza o desconfianza en el sistema de justicia venezolano.

7 de cada 10 merideños
han tenido experiencias negativas con la policía de esa ciudad.
Esta cifra es más alta que el promedio nacional (50%).

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