Una mirada 25 años después

Conversamos con Carlos Gutiérrez, profesor universitario e integrante de Contranatura, un grupo de estudio de la diversidad sexual, sobre los 25 años del movimiento GLBT venezolano, sus avances y desafíos.

¿Cuáles han sido los logros del movimiento GLBT venezolano en estos 25 años?
Los logros han estado relacionados fundamentalmente con la visibilidad de las personas GLBT. En términos jurídicos, los logros han estado más vinculados con las personas con VIH, pero realmente, sólo últimamente, con la participación de Unión Afirmativa en el lobby jurídico y político, se ha entrado en un campo de mayor impacto y alcance.

¿Cuáles han sido los fracasos?
Poco entusiasmo en el lobby político y jurídico. El movimiento sigue siendo muy personalista y los grupos parecieran estar más interesados en lograr cierto colchón de operatividad que en hacer "cosas" de mayor impacto social y político.

¿Cuáles son los retos del movimiento GLBT criollo?
Construir un movimiento político de defensa y promoción de los derechos vinculados con la diversidad sexual. Despersonalizar la lucha. Establecer redes de trabajo más funcionales y menos asociadas a las diferencias personales y a las enemistades.

¿Veinticinco años después qué balance haces del movimiento GLBT venezolano?
Es necesario resaltar que, gracias al trabajo que, en condiciones mucho menos favorables, desarrollaron los primeros grupos, nosotros podemos decir que no estamos en pañales. Independientemente de que el trabajo, en términos políticos, no ha tenido el impacto deseable, sin la acción de las personas que dirigieron las primeras organizaciones nosotros simplemente estaríamos aún más atrasados en comparación con lo que pasa en el resto del mundo.

¿Qué consejos le darías a los nuevos grupos GLBT que están naciendo?
Reactivar las redes de trabajo, politizar el trabajo, construir sobre la base de las semejanzas y las metas comunes de las organizaciones.

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