Luky Grande: Bienvenida la utopía

Al son de una salsa “cabilla” o de un rock argentino, de piel blanca y pelo crespo, de descendencia alemana, francesa, italiana y norteamericana, Luky Grande es un ejemplo claro de fusión y mestizaje, de lo que puede producir esa licuadora mundial que llamamos globalización. Este actor, músico, compositor y locutor presenta su nueva producción discográfica titulada “Bienvenida la Utopía” cargada de honestidad y melodías dulces

Jorge González Durand

La concha acústica de Bello Monte estaba repleta de personas. El clima era agradable y los técnicos ya estaban terminando de instalar los equipos. Luky Grande apenas tenía 10 años, su mamá lo había llevado para que viera el concierto. Comenzó la música, salió el vocalista y la gente se levantó aplaudiendo. Era Aditus.

A los 6 años Luky era solista de las Voces Blancas en el Teatro Municipal y desde muy temprano supo que la música iba a ser una de sus pasiones. Su segundo amor lo descubrió a los 12 años cuando acompañado de Sofía, su madre, vio en el cine Amadeus (1984), la cinta de Milos Forman.



Dos décadas después, Luky ha conseguido lo que ha querido. Acaba de sacar su primer disco en solitario titulado “Bienvenida la Utopía”, y ha participado en piezas de cine y televisión venezolanas. A la música y la actuación, hay que agregarles la locución y la animación, dos actividades que complementan su carrera en el mundo artístico.

Después de su exitosa experiencia con Luky y los Astrolabios, este cantante lanzó al mercado su nueva producción discográfica que sin duda es una excelente opción para aquellos que buscan buena música con el sello de hecho en Venezuela.

¿Qué ofreces en esta nueva producción?“Bienvenida la Utopía” es un disco cargado de honestidad, de rock & roll, con influencias del rock argentino, Los Beatles y un toque de Lenny Kravitz. No es un álbum pretencioso. Está lleno de guitarras, de baterías, de melodías dulces y coros armonizados.

¿Escribiste todas las canciones?
Sí. Las letras y la música fueron compuestas por mí. En el disco puedes encontrar canciones como Al menos hoy, Florecer, Acaso amor, Cerca y Julia y Rafael.

Luky puede tocar el piano, la guitarra, la batería y además canta. Por ello, se ha destacado en el campo de la música. Además de su nuevo CD, Luky es integrante de los “Beat 3”, una banda seguidora de los Beatles. Estas actividades las alterna con un programa de radio, la participación en películas y cortos nacionales y la realización de comerciales para televisión y cine.

El evangelio según LukyEl 6 de abril de 1973 nació Luke John Grande Branger en la Clínica La Floresta. Es el segundo de tres hermanos, “el del medio, pero no atravesado” como dice él. Su padre es norteamericano de abuelos italianos, su madre es valenciana de abuelos franceses y alemanes. Un ejemplo viviente del mestizaje y la mezcla caribeña.

Estudió en el colegio San Ignacio de Loyola de Caracas desde kinder hasta bachillerato donde tomó clases de teatro, natación y música. Al finalizar sus estudios de bachillerato hizo un propedéutico de música en Ars Nova, luego estudió ilustración en la Escuela de Diseño de Caracas durante tres semestres.

Posteriormente estuvo dos años en la Escuela Superior de Teatro Juana Sujo lo que le dio una base más sólida en la actuación y le permitió entrar en este competitivo campo de trabajo. También estuvo un año estudiando arte en la UCV, pero tuvo que interrumpir esta carrera por su papel en la película “Piel”.

Luky ha participado en “Reina de Corazones” de RCTV, “Armas de seducción” de Venevisión, y en el espacio transmitido durante el Mundial de Francia de 1998 llamado “Oh la lá TV”. En el cine ha estado en varias películas como “Piel”, “Caracas Amor a muerte”, “Manuelita Sáenz”, “Maroa”, entre otras.

En las tablas participó en la obra “El juicio ha comenzado” que trata el tema ecológico con una visión muy original. La historia consiste en un juicio que le hacen otras especies animales al hombre porque ha empleado su inteligencia para perjudicar el medio ambiente. En el proceso quieren decidir si le dan el cerebro a otra especie porque el homo sapiens no lo ha sabido utilizar.

En la pieza Luky interpreta el papel del León y se está presentando en el interior del país para llevar este mensaje ecologista a los niños y jóvenes de una manera entretenida e inteligente.

¿Cómo vives Caracas?
Caracas es una ciudad estresante, aunque yo me la tomo suave. Es una urbe con un hambre cosmopolita insaciable. Lamentablemente la ciudad está muy politizada y eso es agotador. Tenemos que tratar de recuperar el equilibrio y de convivir.

Vivo Caracas día a día, no me gusta planificar mucho a futuro. Cuando puedo, me escapo a la Guaira, las playas de la Gran Caracas, para recargar energías. Si no, me voy a la Colonia Tovar o subo al Ávila.

¿Cómo han sido tus primeras veces en Caracas?, ¿la primera vez que tomaste mucho?, ¿tu primer beso?
Muchas de mis primeras veces han sido en mi carro. La primera vez que me embriagué estaba con unos panas del colegio dando vueltas en el carro por El Cafetal y fue con vino pasita. Mi primer beso fue en La Guaira.

¿A dónde iban a divertirse en bachillerato?En bachillerato cuando salíamos de clase nos íbamos al León o al Naturista. También me gustaba mucho un sitio llamado Pigmaleón, que quedaba por esa misma zona. Para bailar nada como The Flower, Belle Epoque, El maní es así y Zuca. Cuando en la madrugada nos daba hambre y estábamos cerca de La Castellana nos íbamos a la Sifrina, una arepera famosa por su buen ambiente.

Luky ha sido la imagen de muchas campañas publicitarias, ha participado en comerciales de la Gillete, Graffiti, Cines Unidos, Pepsi y Pert Plus. De esta última, la gente todavía recuerda su estilo “desenredadiiito” de lavar cabelleras.

¿Cómo te defines?Me defino como una persona común y corriente, de carne y hueso. Soy muy sociable me gusta salir a rumbear. Soy una persona pacífica, del tipo hippie de amor y paz. Me gusta dar lo mejor de mí a través de la música, la actuación, la locución o la animación. Me gusta salir y aprender cosas nuevas, conocer gente nueva, porque de todos tenemos algo que aprender.

Esta estrevista fue publicada en Analytica

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